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viernes, 12 de agosto de 2011

HEREJÍAS

¡Qué extraño es el amor de los hombres! Tan secreto, tan perdido, oscuro y a la vez tan real y luminoso. Manos que se buscan en la oscuridad, ojos que observan sin ver, bocas que balbucean sin hablar. Atrapado y desvalido pero no muerto ni arrepentido.
Donjuanes en el laberinto, en una búsqueda eterna, como piezas de un rompecabezas que no encajan. ¿Qué dios cruel te formó y te abandonó en el mundo para luego dejar que tus iguales te escarnecieran? ¿Qué maldición corre sobre tu nombre que parece peor que la de Caín? ¿A qué circulo infernal te arrastrarán sin propósito?
¡Que extraño es el amor de las mujeres! Princesas desterradas y vendidas como esclavas. Su amor es el más secreto; el olvidado; el sepultado en vida y condenado. Objeto de lujuria inexplicable. Ese amor sin retorno. ¿A ti también te condeno ese dios cruel? ¿Qué pecado cometiste? ¿Qué perdón no concediste? ¿Qué sangre derramaste para que tu nombre se borrase del libro de los elegidos?